Libro: Cuando seas mayor
Autor: Miguel Gane
Idioma: castellano
Género: novela
Paginas: 365
Editorial: 1a. Edición – Suma de Letras
El año cambió, ya estamos en 2020 y yo aún sigo aquí poniendo reseñas de libros lidos en 2019.
No me recuerdo quien me ha recomendado este libro. Ni si hubo una recomendación. Sé que lo quería por ser la historia de un inmigrante. Y, tan pronto lo vi en una librería, lo compré. Tampoco recuerdo dónde lo compré. Lo que sé es que hice la cosa cierta.
Miguel Gane, en realidad es George Mihaita Gane, pero tuvo que cambiar su nombre pues aquí, en España nadie sabía decir, ni tampoco escribir su nombre. Eso me pasó, es horrible. Cuando llegué en España y decía mi nombre, tal y como siempre lo hice, las personas no lo sabían escribir y para pronunciarlo también tenían dificultad. En uno de mis trabajos, mi jefa, dijo que jamás diría mi nombre y que debería cambiarlo. Me pareció inaceptable y no lo hice. Allí tuve mi primera crisis de identidad. No lo sabía, pero muchos de los inmigrantes suelen tener crisis de identidad, llega un momento en que ya no lo saben quien son. Como explicarles esto? Uff, que difícil. Pero lo intentaré, mientras comento la historia de Miguel Gane.
El libro cuenta como y porque los Gane’s cambiaron de País. Una família de tres personas, Miguel, su padre y su madre, llegaron a España después de un largo viaje en autobús, tres días y dos noches. Venían de una vida muy dura en Rumania, donde la dictadura aún controlaba a tudo y a todos, había escasez de comida y de trabajo, junto con largos meses de muchísimo frío. La família de Miguel necesitaba escaparse de Rumania para tener la oportunidad de vivir, de sobrevivir. Llegando a España, la vida aquí presentó tanta novedad a Miguel, entonces un niño con cerca de 10 años, que él no cabía en si de contentamento, pero luego las dificultades se asomaron a su ventana y puerta y Miguel conoció una otra realidad, jamás imaginada. Ilegales, sin documentos, caminaban por las calles con miedo. Dificultades con el idioma. Empleadores desonestos. Necesidades. Cruz Roja. Prejuicio. Xenofobia. Pero, nada fue impedimento para Miguel y su família, ellos son victoriosos!!! La história es dura, muy dura y merece ser lida.
Cuando seas mayor és un libro de fácil lectura. Sencillo, pero a la vez duro. Percebi que mucho de lo que comenta Miguel, mi família y yo, también lo vivimos. Pero muchas cosas no lo vivimos. Creo que el principal ejemplo, es que sufrimos mucho menos prejuicio que ellos. No lo sé si eso pasó por estarmos en Galícia, por sermos brasileños o por pura suerte. La cuestión es que solo tengo que agradecer. Y, llegar aquí con mi familia documentada, fue lo mejor que hicimos. Aquí no tengo miedo. Bueno, algo tengo, pero nada comparado con lo que tenía en Brasil o con el miedo de los que no tienen documentos. Cada historia de inmigración es una y conocerlas nos hace conocer a personas y heróis. Nos hace valorar lo que tenemos. Nos hace valorar el otro.
Hoy, mi família y yo tenemos más de tres años en España y Miguel más de una década. Echamos de menos a nuestro País. Echamos de menos a nuestros amigos, la comida y los costumbres. Por más que esteamos adaptados aquí, no es lo mismo, esto no es nuestro. Como tampoco es nuestro País. Cambiamos, las experiencias de un cambio son impactantes y nos hacen distintos. Ya no sentimos que tenemos un País para llamar de nuestro, como lo teníamos antes de la partida. No sé si me explico, la cuestión es; conozco personas que volvieron para sus Países de origen y no se adaptaron, como tampoco se sentían cien por ciento pertencentes al nuevo País. Algo complexo de explicar, solo un inmigrante sabe lo que digo.
Yo creo que todos deberían leer su libro. Conocer la vida y dificultades de un inmigrante. En general las personas generalizan los inmigrantes. Por los malos, pagan los buenos. Por una idea errónea, pagan todos. Querid@ lector@, no lo sé si tu eres una de estas personas contra la inmigración. De verdad, espero que no lo sea. Hay que comprender que nada nos pertenece. Brasil no es mi propiedad. Fue muy feliz allí, hasta que llegó un momento que ya no lo era. Pero muchas personas aún lo son y muchos extranjeros llegan allí a cada día y son felices, hacen fortunas y viven muy bien. No hay errado. No hay cierto. Hay vidas y personas que son libres en decidir lo que sea mejor para ellas. Lo que no puedo, bajo ninguna hipótese <<según mi punto de vista>>, es que mi decisión haga daño a otras personas, otras vidas. Respecto para que me respecten! Este es mi lema.