El ermitaño y la estrella

Mi amiga, tras las nubes…?

la oca salvaje, ahora

mi compañera.

de Matsuo Bashó – Maestros del Haiku – Satori

El ermitaño caminaba lentamente, conocía cada punto del bosque, había 33 meses que él vivía allí, pero eran más de 500 os meses que caminaba por aquelas sendas. Estaba justo en la mitad del camino hacia los pueblos cercanos, sabía que con una breve caminada podría llegar a cualquiera  y tener todas las comodidades disponibles, pero no lo necesitaba, era allí dónde quería estar con su cajado y su pequeña mochila.

Raro era el final de semana que un grupo de personas no caminasen por allí. Eran hombres y mujeres de los pueblos cercanos que hacían senderismo. En estos días, él se mantenía en meditación, sentado a entrada de su oca salvaje.

Las personas pensaban que había enlouquecido. Torpes y materialistas, no percibían que el ermitaño emanaba vida y alegría.

Una cruel enfermedad había llevado a su mujer, que hice un ultimo pedido a él, que sus cenizas fuesen esparcidas allí en el bosque donde acampaban cuando jóvenes, donde el amor había nacido. Fue así, que él decidió dejar todo el lujo que tenía en la ciudad para vivir junto a su amada. Y fue en una noche de lluvia, tumbado bajo aquella oca salvaje, mirando el cielo que observó una nueva estrella que brillaba mismo tras las nubes, era su amada.

interferência al Haiku de Matsuo Bashó – por Roseana Franco
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