
Hoy tardé un poco en escribir pues he tenido un día un poco distinto a los demás. Ayer hablando con una amiga supe de un curso que podría ayudarme a conseguir trabajo. Bueno, nada inmediato, pero un cambio de trabajo para un sector más humano. Sé que no puedo crear expectativas porque nada es perfecto y probablemente, cuando esté trabajando en este nuevo sector tendré la oportunidad de ver unas cuantas cosas que me entristecerán y otras tantas que me dejarán muerta de rabia. Sé que vá pasar eso, pero no importa.
Lo que importa?
Les voy a contar. Importa que a los casi 50 años de edad estoy dispuesta a hacer un gran cambio en mi vida y empezar a estudiar algo nuevo. Importa que a los casi 50 años tenga la ilusión de una vida más sana y equilibrada. Importa que mismo con tantos si’s en mi vida – si tuviera dinero, si tuviera trabajo, si tuviera menos edad, si…, si… – tuve la valentía de despertarme hoy, temprano y matricularme en una FP para en 2 años tener una nueva profesión, un nuevo labor, una oportunidad a más en mi vida. Importa que no desistí y que sigo en busca de mi propósito en la vida.
Recuerdo que en 2008 hice un gran cambio en mi vida laboral. Después de 15 años trabajando duro, con mi nombre reconocido y un puesto de mucha responsabilidad en una de las principales empresas del sector en Brasil, decidí cambiar pues tenía otras ambiciones para mi vida. Debo confesar que tampoco previa buen augurio para el futuro de mis actividades dentro de la empresa, era responsable por el sector de contratación, supervisión y producción de proveedores, dónde noventa y cinco por ciento de las contrataciones eran de imprentas y a día de hoy sabemos que la gran mayoría de las imprentas han caído en picado con las crisis económicas y las nuevas tecnologías. La cuestión es que en mi cabeza si no hiciera el cambio en aquél momento no lo haría y sería devorada por las dificultades futuras del mercado. Mis compañeros mal sobrevivieron los 5 años que se siguieron, mientras que yo fui en un creciente.
El cambio de ahora toca puntos distintos, como comercial no preveo el fin de mi vida laboral – si bien que por algun motivo, sea cual sea, tengo dificultad en conseguir un trabajo, justo al contrario. Hoy más que nunca las empresas necesitan de un comercial con foco en la atención al cliente y en la captación de nuevos. Mi cuestión ahora es distinta, primero por la dificultad de encontrar un trabajo, no sé si por la edad, por ser mujer o por mi acento… Vale, pero eso no me para, sigo buscando y seguiré buscando. La cuestión prioritaria es otra, es una voz que habla dentro de mí y cuestiona que estoy haciendo para mejorar la comunidad en que vivo? Y qué hago? Nada de excepcional. Quizás con la FP para atención a personas en estado de dependencia pueda hacer distinto, aprender a cuidar y hacerlo a mi manera con amor, respecto y calidad.
Estoy contenta, hoy me inscribí en este curso. Toca empezar una vez más. Así es la vida.