
Algunos sábados y domingos son tristes, para mí, pues me quedo sola a casa sin tener con quien hablar o compartir el día. Estos son días que pasan muy lentamente, no tengo ganas de comer ni de salir de casa. En estos días la soledad me consume de una forma distinta, no es la misma soledad que añoro otros días en mi vida, es una soledad triste, gris.
Hoy, domingo de lluvia en Galicia, estoy una vez más a casa, sola, en soledad. Escucho música clásica mientras intento concentrarme en el libro o en la escrita. Qué difícil! Cambio el libro para ver si con otra historia puedo coger el ritmo y entretenerme, pero nada, vuelvo al que estaba leyendo. Insisto, paro, miro por la ventana. Miro al espejo, veo la vida en mis ojos. Vuelvo a mirar la ventana, mi atención se para en la pared con manchas de humedad, la imperfección de mi vida reflejada en una pared. No quiero quitar esta mancha, ella debe de permanecer ahí tanto cuando pueda, me ayuda a recordar que la vida es bonita por su imperfección. Soy de las personas que buscan hacer todo con perfección, también soy de las que saben que nada, ni nadie, logra la perfección. Esa pared también me ayuda recordar eso.
No estoy del todo sola, tengo a mi perro, a mis voces interiores y a los espíritos que siempre me acompañan. Hablo con ellos, con cada uno de ellos y con todos a la vez. No sé que me contestan, no puedo oírlos o no puedo comprenderlos. No comprendo lo que habla mi perro cuando me ladra, tampoco comprendo el silencio con sus ruidos de los espíritos que están aquí a mi lado. Sé que son buenos, puedo sentir y ver sus energías, blancas, translucidas y azuladas. Ninguno tiene el color de mi soledad, gris.
Eh, que se entienda! No estoy triste, esta soledad es que es triste. Pero, como todo en la vida, luego se acaba. Hay que esperar que pase y pronto pasará.
No estás sola… 🤜🤛💕
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Yesss!!!! 🤜🤛🙌
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Es muy triste y sincera tu prosa…es tu sentir en cada palabra que ahonda en aquel que te lee, Roseana. ¿Cómo se puede sentir soledad y tristeza en algún rinconcito de España? yo no podría, yo amo España y sus paisajes tan poéticos e inspiradores….hace muchos años estuve en Madrid, y quedé prendada. Le hice versos y anhelo regresar por sus calles empedradas, a caminar mi pasado…Me encantó leerte, y te invito a mi reciente poema titulado: TE ME FUISTE APAGANDO….ojalá te animes a visitar mi blog. Un saludo en la distancia.
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Hola Ingrid, la soledad y la tristeza se puede sentir en cualquier rincón del mundo, hasta en un partido de futbol en el Maracanã (el segundo mayor estadio de futbol del mundo).
;0)
No es malo sentir tristeza y soledad, desde que no sea eterna, además se puede aprender de estas emociones.
No conozco Madrid, estuve allí dos veces, pero a trabajo y no he tenido tiempo de caminar y conocer sus calles y locales. Vivo en una zona muy distinta, con muy pocas personas a calle y una vida muy distinta de la que se lleva en los grandes centros. Soy feliz aquí, pero hay días que estoy sola a casa, sin tener con quien hablar y por eso viene ese mareo emocional.
;0*
Gracias por visitarme y por comentar. Voy a visitar tu blog y seguiremos nos encontrando en nuestros escritos.
Un gran saludo!
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