Jamás pensé que un día tendría una mascota. Cuando niña tenía miedo y celos, mi padre tuvo unos cuantos perros y todos, sin duda, tenían más conforto y eran más amados que yo. Eso me dolía mucho y por eso no me gustaban los perros y gatos, sobretodo los perros. Mi hijo fue el responsable por me enseña que podría amar a un perro. Él insistió tanto en tener un mejor amigo a casa, garantizando que no lo dejaría acercarme, ni hacerme daño. Lo creí y permití la entrada de Rufus en nuestras vidas. Llegó hace casi 2 años, en … Continuar lendo