
Miro el GPS, me toca conducir por esta carretera otros 10km, hasta ahora he cruzado con unos pocos coches, tan pocos que me olvidé el número en que he parado de contarlos. Observo la estrada, unas pocas casas agrupadas y abandonadas salpican en el paisaje natural de Galicia. Me encanta ir por las carreteras autonómicas y nacionales. Recuerdo cómo era conducir en mi país de origen y no lo echo de menos, carreteras atascadas y en malas condiciones era lo típico por donde fuera. Algunas veces me pregunto cómo fue capaz de vivir en una ciudad con tamaño caos. La ciudad es bonita, las personas son agradables, pero el clima de desorden y la multitud de ruidos y gente hace que vivir allí sea un desafío diario de supervivencia al cual nos adaptamos y no nos damos cuenta de cuan enfermos nos tornamos.
Los colores de Galicia son otro punto a admirar. La multitud de tonos de verdes y azules, junto a los colores de las casas de piedra y ladrillo hacen de esta región una obra de arte a cielo abierto. Siempre que voy de viaje, como hoy que visite un pueblo que dista 74km de dónde vivo, permito que mis ojos se pierdan en el horizonte buscando nuevos contrastes y grabando imágenes en mi retina, para recordarme después.
Hoy, mientras conducía, tuve que parar para contestar a una llamada y pude percibir unas cuantas vacas pastando en una pequeña finca. Sentí la paz y el equilibrio que emanaba de toda aquella situación. Las vacas compartiendo comida y finca con una pequeñas ovejas, un hombre trabajando para mantener la rutina de cultivo y creación de los animales. Un trabajo pesado y mal pagado, pero de suma importancia para nuestra supervivencia.
Seguí mi camino y pude observar la cantidad de casas abandonadas o cerradas en estos pequeños pueblos, cuantas personas necesitando de un lugar para vivir y aquí tanto espacio desperdiciado. No tengo ni una sola idea que pueda ayudar a que la situación sea distinta para los demás, para el planeta. Vivi en una gran ciudad, con más de 7 millones de personas amontonadas en edificios 12 o más plantas y tardé mucho en adaptarme a vivir en una ciudad con 90mil habitantes, y en realidad me cambiaría para una mucho menor, si fuera posible. Ganamos mucho, en salud física y mental, viviendo con poco y en un sitio tranquilo. Después de volver de mi viaje, me senté a escuchar una entrevista a uno YouTuber brasileño que en determinada parte de su entrevista habló de la violencia en las grandes ciudades y de amigos perdidos en muertes absurdas por una bala perdida. Recordé que a día de hoy eso ya no me preocupa, este miedo ya no es parte de mi vocabulario. En verano duermo con las ventanas abiertas en un piso de primera planta. Nos últimos dos años no he pasado ni una sola vez la llave a la puerta de mi piso. Mi coche se queda a calle, no tengo garaje ni tampoco alquilo una, no veo la necesidad. El valor del seguro – del piso y del coche – es infinitamente menor del que pagaba en mi otro País.
Hoy mi hijo me preguntó – después de ver la entrevista al YouTuber – mamá te sientes brasileña o española? No tarde mucho en contestar, ni por nacimiento ni por documento soy española, pero de corazón soy española y gallega.
¡Qué bonito…! 💞
CurtirCurtido por 1 pessoa
¡¡¡Gracias!!! 💞
CurtirCurtido por 1 pessoa
¡Qué lindo lo que cuentas, Roseana! me encanta tu forma de ver la vida…yo también amo los paisajes campestres, he viajado bastante por Alemania y Austria y se me quedaron en la memoria hermosos valles con vacas pastando…vaquitas muy bien cuidadas y gordas….y casas bellas con balcones rebozando flores lilas, rosadas, rojas…una maravilla. Pero amo más España, de la cual sólo conozco Madrid….y me siento parte de España, aunque nací en Lima Perú….desciendo de españoles, de franceses, y de suecos….¡vaya mezcla! Tengo una hija que vive en San Sebastián…en España… y se siente allí como en casa también. Me encanta lo que cuentas acerca de la tranquilidad de dormir sin echar llave a la puerta…¡qué paz! algo que no podemos hacer en Perú…ya que nuestras ventanas son enrejadas, y nuestras calles también…y dormimos con las puertas con llave…siempre, siempre. Te dejo mi saludo y abrazo.
CurtirCurtir